Los procesos de secado del papel son procesos para reducir el contenido de humedad del papel durante el proceso de fabricación del mismo. El secado del papel se realiza en la máquina de papel. La mayor parte de la energía utilizada en una máquina de papel se utiliza para eliminar el agua de la red de papel. Por lo tanto, la deshidratación y el secado eficientes desde el punto de vista energético son particularmente importantes desde el punto de vista de la energía.
Se utilizan procesos mecánicos y térmicos para secar el papel. Cuanto menor sea el contenido de agua de una red de papel después de un secado mecánico, menor será la energía necesaria para su secado térmico. Por lo tanto, se puede lograr un gran ahorro de energía si ya en la sección de prensa de una máquina de papel se puede lograr un menor contenido de humedad por medio de la deshidratación mecánica, por ejemplo mediante una prensa de zapato. El contenido de humedad que queda después de la sección de prensado debe reducirse aún más térmicamente añadiendo vapor.
Se están estudiando varias tecnologías potenciales que podrían permitir un secado térmico más eficiente. Estos incluyen el secado por impulso, el secado por vapor y aire, el secado por cinta de condensación o el secado sin aire.
Con el secado por impulso, la idea es aumentar el contenido seco de la banda de papel mientras se está en la sección de prensa, aplicando una presión muy alta al papel con un tiempo de contacto muy corto entre una prensa caliente a 150 a 500 °C y un press nip. El vapor de agua generado se utiliza para expulsar el agua del papel sin evaporarla. Debido al aumento del contenido seco en la sección de prensa, se requiere menos vapor para un mayor secado. Al mismo tiempo, sin embargo, aumenta la necesidad de energía para conducir y calentar la prensa, que se calienta por inducción. Aunque en algunas publicaciones se han calculado grandes posibilidades de ahorro, la expectativa de un avance técnico de esta tecnología ha disminuido en los últimos años. A pesar de más de 25 años de actividades de investigación y desarrollo y de algunas plantas piloto, no se pudieron superar los obstáculos técnicos como la formación de burbujas en el papel o la deslaminación, es decir, la eliminación de capas individuales de papel. Todavía está pendiente el lanzamiento al mercado.
En el secado por impacto de vapor y aire, se sopla vapor sobrecalentado o aire caliente contra la banda de papel a alta velocidad a unos 300 °C. Este proceso se conoce como secado por impacto de vapor y aire. Esto inicialmente no resulta en un consumo de energía significativamente menor que con el secado convencional de cilindros. Sin embargo, el agua evaporada también está disponible en forma de vapor y puede utilizarse con mayor eficacia para la recuperación del calor residual. Aunque esta tecnología ha sido discutida durante mucho tiempo como una innovación, su lanzamiento al mercado todavía está pendiente.
En el secado por cinta de condensación, la red de papel se seca en contacto con una cinta de acero caliente. Se espera un ahorro de vapor del 10 al 20 por ciento. Después de que se iniciaran las investigaciones sobre el secado con cinta de condensación en 1975, se construyeron las primeras plantas comerciales en Finlandia en 1996 y en Corea del Sur en 1999. Sin embargo, esta tecnología no ha logrado todavía un uso generalizado y se encuentra todavía en las primeras etapas de su introducción en el mercado.